The Breakfast Club (El Club De Los Cinco)

Pues bien, abrimos el blog haciendo la primera crítica, porque sí, este blog va a ir sobre críticas. Claro, si es que en la introducción no aclaro nada y ya tengo la culpa y no sabéis qué hago. Pues bien, vamos a abrir con esta película, más que nada porque la tengo reciente (un par de horillas).

Esta historia trata sobre cinco adolescentes (tres chicos y dos chicas) que son castigados a ir un sábado al instituto a pasar allí nueve horas. Los cinco no podrían ser más diferentes. De hecho, lo único que tienen en común es que todos respiran. Ni siquiera podríamos decir que todos tienen en común que están ahí por haber hecho algo.

El profesor les "vigila" durante todo el sábado, aunque ellos se las arreglan para hacer de las suyas, algunas veces sin que el profesor se entere y otras veces metiendo un poco la pata.

Los cinco son estereotipos de alumnos. Están el gamberro, el deportista, la incomprendida, la pija y el empollón, o como se llaman ellos "Un criminal, un atleta, una irresponsable, una princesa y un cerebrito" respectivamente. Los cinco tienen que escribir un ensayo cada uno sobre qué son o cómo son. Nadie sabe que poner.

El caso es que pasan mil cosas durante esas nueve horas que cambiaran sus vidas para siempre. Sin saberlo, van a acabar siendo "El Club De Los Cinco"

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Esta película es una película ochentera, por lo que no voy a calificarla negativamente por tener "estereotipos", ya que debe ser de las primeras que sacó cosas así. Sin embargo, me falta un estereotipo más. El geek. Dicen que te tienes que sentir identificado con alguno de los cinco. Yo no soy un criminal, ni un pijo, ni un atleta y menos un cerebrito. Supongo que yo soy el incomprendido.

También, como le decía a un amigo, esta es una de esas películas lentas de cojones. Si la ves solo y tienes interés en verla, es genial, pero no es una de esas pelis para ver con amigos porque se acaban durmiendo. Creedme, tuve esa experiencia cuando les dije de ver Donnie Darko. El principio es algo pesado, pero una vez el gamberro le quita un tornillo a la puerta, la película se pone mejor por momentos.

Muchos la definían como "adolescente". Sinceramente, me apena pensar que antes "adolescente" fuera esta película y ahora "adolescente" sea más bien infantil. Para que os hagáis una idea, es como si dijeran que American Pie es "adolescente". Hoy en día, desgraciadamente, se usa adolescente para "Hannah Montana" y cosas así. Pero bueno, a lo que iba. Esta es una peli adolescente COMO DIOS MANDA. Y sí, lo pongo en mayúsculas. Es una peli en la que los protagonistas son adolescentes y el mejor público que puede tener son los adolescentes. Si eres uno de ellos, apresúrate a verla, porque es una de esas películas que no puedes morir sin ver.

Sí, es bastante buena, pero le tengo que quitar algo, tanto por el geek, como por lo lento que es el ritmo y el principio aburrido. Le pongo un 8'25. ¿Por qué '25? Porque no podía decidir si le ponía un 8 o un 8'5, así que 8'25.

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Y hasta aquí la primera crítica. Espero que os haya servido, y si tenéis alguna sugerencia, queja o comentario, decidlo libremente. ¡Hasta la próxima!

Introducción.

"Capítulo primero. Él adoraba las películas. Las idolatraba de un modo desproporcionado... no, no, mejor así... Él las sentimentalizaba desmesuradamente... Eso es. Para él, sin importar la época del año, aquellas seguían siendo unas películas en blanco y negro que latían a los acordes de las melodías de George Gershwin. Eh... no, volvamos a empezar...

Capítulo primero. Él sentía demasiado románticamente el cine. Vibraba con la agitación de las multitudes y del reparto. Para él, el cine era bellas mujeres y hombres que estaban de vuelta de todo... no, tópico, demasiado tópico y superficial. Algo más profundo, a ver...

Capítulo primero. Él adoraba las películas. Para él, era una metáfora de la decadencia de la cultura contemporánea. La misma falta de integridad que empuja a buscar las salidas fáciles convertía la película de sus sueños en... no, no, no, suena a sermón. Quiero decir que, en fin, tengo que reconocerlo, quiero vender libros...

Capítulo primero. Adoraba las películas, aunque para él era una metáfora de la decadencia de la cultura contemporánea. Qué difícil era sobrevivir en una sociedad insensibilizada por la droga, la música estruendosa, la televisión, la delincuencia, la basura... uhm, no, demasiado amargo, no quiero serlo... 

Capítulo primero. Él era tan duro y romántico como la película que amaba. Tras sus gafas de montura negra se agazapaba el vibrante poder sexual de un jaguar... je, esto me encanta... El cine era su tema y siempre lo sería."